Cine Raly reabre su snack y venta de chili dogs
Para no cerrar de manera definitiva, los dueños del Cine Raly optaron por abrir el área de snack, donde se venden las palomitas y la especialidad de la casa: los chili dogs
Por: Ernesto Ochoa
Nuevo León.- Este cine tradicional de la colonia Madero en Monterrey, busca salir a flote en medio de la pandemia.
Ya han pasado más cuatro meses desde que se proyecto la última película.
El Cine Raly, fundado en septiembre de 1957, ha estado al borde de la quiebra al quedar prohibidas sus funciones por la emergencia sanitaria de Covid-19.
«Bastante tenemos cuatro meses parados aguantando los sueldos de los empleados, el concepto de mi padre fue siempre procurar al trabajador y no se les podía dejar morir», expresó Oscar Garza, gerente general.
Sin embargo, para no cerrar de manera definitiva, los dueños optaron por abrir, una de las áreas que más gusta a los amantes de las películas.
La dulcería donde se venden las deliciosas palomitas y la especialidad de la casa los Chili Dogs.
«De hecho se tomó la determinación de abrir la dulcería porque estábamos en la rayita o hacíamos algo para generar algo de ingresos y poder seguir conservando a los trabajadores o nos declarábamos en quiebra», dijo don Oscar.
Y lo hicieron con las normas sanitarias y de sana distancia para cuidar la salud de sus clientes en los horarios restrictivos.
La toma de la temperatura, tapete sanitizante y gel antibacterial, son parte de más medidas que se aplican.
El snack de este cine tiene un límite de 5 personas permitidas y hay marcadores para respetar la sana distancia.
Actualmente hay 27 empleados que ya regresaron a las actividades.
Aunque, los proyectores aún están apagados.
Los empleados están felices de volver a parte de sus actividades,
Han pasado 63 años, de que iniciaron las funciones en este cine ubicado sobre la avenida Colón, y las butacas continuas vacías, los proyectores en pausa en espera de que autoridades activen la señal para que la gente regrese pronto.
Esta sala de cine y muchos más se niegan a morir porque la función debe continuar.